lunes, 6 de octubre de 2014

Las Salinas de Sierra de Yeguas

En primer lugar, me voy a referir a una salina, que según el catastro de Ensenada, existía en el 1751 en Sierra de Yeguas y que apunta a que pueda tratarse de la misma finca que hoy nos ocupa, la del cortijo "LA SALINA".

Hace algunos días encontré unos documentos que me causaron bastante curiosidad por su antigüedad y por el formato de algunos de sus dibujos. Se trataba del proyecto de una salina del año 750 que eran propiedad del estado español y en el que textualmente dice así:

"Plano de la Salina nombrada Navazo en el termino de Sierra de Yeguas, Partido de la Administración de Osuna, que queda acotada con cinco fanegas y siete Zelemines de tierra, cuenta incluso en ellas terreno que ocupa la misma Salina, y arroyo o reguera de desagües."

Plano de la Salina de la Troya. Año 1751
En la pregunta numero 40 de las respuestas Generales del Catastro de Ensenada sobre Sierra de Yeguas dice así:

Pregunta: "¿Si el Rey tiene en el término o pueblo alguna Finca o Renta que no corresponda a las Generales ni a las Provinciales que deben extinguirse, cuáles son, cómo se administran y cuánto producen?."

Repuesta: "Que además de las rentas provinciales y generales, tiene su Majestad en este territorio una salina el el partido del Navazo, que se recauda de cuenta de su Real Hacienda, cuya salina pertenecía al patronato que en este lugar fundó D. Juan Lavado Rengel y, por razón de haberse alzado el rey con ella, le paga a dicho patronato anualmente novecientos reales de vellón que se cobran en la Tesorería general de salinas de la Ciudad de Sevilla."

Esta salina, al pertenecer a Su Majestad el Rey, era custodiada y guardada por los militares del cuartel de Écija (Sevilla), que en número de veinte soldado hacían su servicio en dicha salina. Estos soldados una vez cumplían con su trabajo eran repartidos y hospedados en las casas de los más pudientes de Sierra de Yeguas.

Cortijo "La Salina"

Ahora si me voy a referir al cortijo "La Salina", que a igual que Cañada Hermosa y Rejano, es propiedad de la señora Doña Ángeles Solís. En los años cuarenta del siglo XX ésta se lo dejó en herencia a su hija Doña Dolores Gozalves Solís, casada con D. Pedro Troya Samudio, lo que dio lugar a que a este cortijo se le conociese popularmente por "La Salina de la Troya". Por el lugar hay otras Salinas, llamada la de "Los González" y "La Salinilla", esta última ya en termino de Martín de la Jara.

Cortijo "La Salina". En la actualidad esta finca es propiedad de los herederos de Dña. Reyes Troya Gozálvez.
La labranza y buen cuidado de esta finca corre a cargo de D. José Torres González
El cortijo "La Salina" en un 90% es de olivar y el resto de tierra para siembra y salina. A lo largo del tiempo, los trabajadores (encargados, gañanes y peones) eran, casi en su totalidad, de Sierra de Yeguas. En la recolección de la aceitunas, se contratan a hombres y mujeres de Martín de la Jara y otros cercanos al municipio.

Por nuestros mayores se sabe que la explotación de la Salina existe desde siempre, por eso, creo que podemos estar hablando de la misma salina citada anteriormente, ya que en el termino de Sierra de Yeguas no se conoce otra que sea salitrosa.

Antigua playa de sal del Cortijo "La Salina"

A pesar de tantos años de explotación, como todas las cosas tubo su final. No se puede precisar, pero a finales de los años 70 y 80 del siglo XX, ya no era rentable dicha explotación. Sus instalaciones se habían quedado antiguas y hacer nuevas instalaciones no entraba en los planes de sus dueños.

A finales del siglo XX esta finca es dividida en dos partes heredadas por Doña Reyes y D. Pedro Troya Gozalvez.

Salina de Juán González Sánchez

En el año 1957, el señor González perfora algunos pozos buscando el aguasal y que tuviese el caudal suficiente para hacer las instalaciones de una nueva salina. 

Una vez que se dio con agua más que suficiente, se comenzaron a realizar pruebas y análisis al terreno y el agua y se termina constuyendo una nueva salina en una de sus fincas, denominada (Eriondo).

La finca se compone de 18 fanegas de tierra, de las cuales cinco se dedicaron a la Salina y el resto a olivos y tierra de calma.

Salina de D. Manuel González Parejo
El señor González en el año 1962 alcanza la jubilación y son sus 4 hijos (José, Antonio, Juan y Manuel González Parejo) los que continúan con la explotación de la Salina, creando una sociedad.

En esta sociedad administra el total de la finca de sus padres que, además del negocio de la salina, entran las 90 fanegas de olivos y tierra de sembraduría y las las 350 fanegas que tienen arrendadas.

Los González, como popularmente se les conocen, durante el tiempo que duró la sociedad fueron buenos labradores y todos los años dieron numerosos jornales en tiempo de recolección.

En el año 1994 esta sociedad se disuelve y cada uno de los hermanos se dedican a labrar sus tierras particularmente, siendo Manolo González el que se queda con la explotación de la Salina.

Éste consigue trasformar totalmente la salina. Las playas de las pozas empedradas donde la sal había que sacarla manualmente ya han desaparecido y hoy día las posas son más grandes y con el suelo de cemento. La recogida de la sal se realiza con máquinas consiguiendo así un producto más limpio y menos costoso. También se amplia el negocio del aguasal, pues el caudal es tan generoso que le permite vender agua a las mayoría de las fabricas de aceituna de aderezo de la comarca. El transporte de la aguasal lo empezó con un tractor y una cuba en el remolque y hoy día tiene dos camiones con cubas de acero inoxidable para evitar que la sal pueda pudrirla.

Esta playa se compone de 7 pozas que en total suman 6.000 metros cuadrados
A Manolo González, como todos lo conocemos, también le llego la jubilación, y en la actualidad es su hijo Juan Manuel González Sánchez, el que administra dicho negocio, tanto las tierras como la salina.

A Juan Manuel también se le nota buena vinculación con el negocio y mejora las instalaciones y aporta nuevas ideas.

Otra vista de la playa de "La Salina" de los González

1 comentario:

ILDEFONSO MARMOL dijo...

Bonita información. Yo recuerdo haberla visto en mis primer verano en Fuente Piedra.