La enorme cantidad de agua que atesora la Sierra de los caballos fue prevista por D. Francisco Granados, nacido en 1835 en Benamejí, casado y residente en Sierra de Yeguas. Este hombre se dedico en el siglo XIX a excavar pozos en dicha sierra con picos y palas,aunque sin concluirlos por falta de medios. Y aunque sin aparecer la ansiada agua, su frase favorita era "la veo y la oigo". Murió sin ver brotar el agua en el año 1919.
Setenta años después, con modernas maquinarias se han excavado unos setenta que pozos que riegan toda la parte norte del termino de Sierra de Yeguas; unas dos mil quinientas fanegas de tierra que han cambiado la fisonomía económica del pueblo.
Don Francisco Granados tiene hoy el recuerdo de todos los habitantes de Sierra de Yeguas, que le han dedicado una calle con su nombre.
Setenta años después, con modernas maquinarias se han excavado unos setenta que pozos que riegan toda la parte norte del termino de Sierra de Yeguas; unas dos mil quinientas fanegas de tierra que han cambiado la fisonomía económica del pueblo.
Don Francisco Granados tiene hoy el recuerdo de todos los habitantes de Sierra de Yeguas, que le han dedicado una calle con su nombre.
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