Los vecinos de Sierra de Yeguas son muy devotos a la romería de la Virgen de la Fuensanta, patrona de la localidad sevillana de Corcoya.
Esta devoción se remonta a tiempos pasados; allá por el año 1860 hubo una epidemia de cólera, la cual afectó mucho a los habitantes de Sierra de Yeguas, pero la enfermedad desapareció milagrosamente cuando trasladaron a nuestro pueblo la imagen de la Virgen. Desde entonces una gran parte de los vecinos, algunos de ellos descalzos y cumpliendo sus promesas, acompañan a la Virgen de la Fuensanta.
Por todo lo citado y otros muchos ejemplos, este día 8 de Septiembre, es día de recogimiento y agradecimiento a Dios y a la Virgen.
El ya conocido por todos los serranos y serrana como rincón de la Iglesia, o de la Virgen de la Fuensanta, el cual el cual recibe también este ultimo nombre por estar presidido por la imagen de la Virgen en un cuadro de cerámica. Es precisamente la historia de este cuadro la que vamos a recordar, pues todas las cosas, por pequeñas que sean, tienen su importancia.
Desde el día que un grupo de colaboradores de nuestro pueblo tuvieron la idea de adquirir por suscripción pública un cuadro de mosaicos sevillanos para entronizar esta milagrosa imagen, en nuestro pueblo cundió el entusiasmo, ya que es sabido por todos la devoción tan grande que los vecinos de Sierra de Yeguas tienen a esta Santísima Virgen de la Fuensanta, cuya ermita se encuentra en el pueblo de Corcoya.
El cuadro, que mide un metro de alto por 70 centímetros de ancho, más el recuadro, es un mosaico de cerámica confeccionado en la fábrica Santa Ana de Triana (Sevilla). su valor fue de 1.600 pesetas, más la repisa y el tejadillo. En total, una dos mil quinientas pesetas.
Para dicho encargo se contó con la colaboración de la Iglesia y el Tele-Club de Sierra de Yeguas, a través de su monitor D. Manuel Roldan Piqueras y el cura D. Isidro Rubiales Gamero. Para financiar los gastos que ello supondría se pensó en hacer algún acto para recaudar fondos, e incluso pedir la participación de los más pudientes. Pero D. Manuel, como siempre portador de buenas ideas, se opuso, y dijo que él incluso podía pagarlo, aunque lo bueno sería que interviniera todo el pueblo, y que no se pidiera a nadie más de diez pesetas.
Así que, con la intervención de toda la gente del pueblo, se puso manos a la obra. De la recogida de donativos se encargaría la señora Matilde García Luna, que era la organizadora del coro parroquial.
Hay que contar que el proyecto no se terminó completamente, ya que iba previsto de una de una verja de hierro que se colocaría delante del "patinillo" y que, según se cuenta, estaba donada por un anónimo. También se debía haber colocado, en los testeros, dos celosias de 200 x 70, pintadas de verde, y también donadas. Sobre ellas enredarían cuatro rosales trepadores: dos amarillos y dos rojos; en las paredes se colocarian soportes retorcidos de hierro y macetas de colores. Aún no conozco el motivo por el que todo ello no se llevó a cabo.
La ceramica de la Santisima Virgen de la Fuensanta fue inaugurada y bendecida el día 7 de Septiembre de 1962, víspera de su festividad.
Por último, quiero resaltar que todo el pueblo puso su granito de arena en esta pequeña obra que viene a rellenar un gran vacío en nuestras apetencias religiosas, pues la imagen, en plena Plaza de Andalucía, hará por conservar nuestro fervor y será la vigilante permanente de nuestros pasos cotidianos.
Rincón de la Iglesia o de la Virgen de la Fuensanta
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