miércoles, 3 de octubre de 2012

Intervenciones en la Iglesia Inmaculada Concepción de Sierra de Yeguas

Nuestra parroquia, a lo largo del tiempo, ha sufrido varias restauraciones. la primera de la que tenemos noticia tuvo lugar en 1915. El templo estaba en mal estado y para su arreglo se abrió una suscripción pública, ya que el dinero entregado por el arzobispado de Sevilla no era suficiente para llevar a cabo las obras.
 
La torre de la iglesia en su origen, vista desde la C/ Francisco Granados.



En los últimos ochenta años, han sido precisas varias varias intervenviones, en lo que a obras se refiere. En el año 1927, en plena dictadura de Primo Rivera, es sustituido el reloj de la torre porque el antiguo no funcionaba bien. Más tarde, en 1936 el retablo del Altar Mayor, de estilo barroco, fue totalmente destruido, lo que llevó a que en 1940 fuese necesario construir un nuevo retablo. Su trazado arquitectónico es bastante aceptable, dentro de una línea que refleja los tiempos de la era contemporánea. Fue realizado en su totalidad en yesería, lo que de alguna manera ha hecho que, por el paso, se haya tenido que intervenir mayormente en las pinturas.

El maestro de obra que, según cuentan, realizó dicho retablo, fue D. Diego Gallardo de Campillos y como oficial, D. Felipe Sánchez Alcoba, entre otros.

En la fotografía que presento en páginas anteriores sobre la antigua de Jesús de la Humildad, podemos podemos apreciar perfectamente el anterior retablo. Se trata de una obra del siglo XVII, con cierto parecido al que tiene hoy día San José. Por lo que cuentan los mayores, y lo que se aprecia en la fotografía, era una verdadera obra de arte que fue destrozada y quemada durante nuestra guerra civil, el día 22 de Julio de 1936.

A partir de los años cuarenta, nuestra Iglesia, aparte de las restauraciones recibida, ha ido enriqueciendo sus capillas y altares. Todo gracias a la colaboración de las Hermandades y del pueblo en general.

Restauración de la torre en el año 1969.
También en la parte exterior de la Iglesia se llevaron a cabo importantes intervenciones. En el año 1969 se realizaba la restauración de la torre, siendo cura párroco D. Isidro Rubiales Gamero. El maestro de obra fue D. Juan García llamas, como oficiales y ayudantes, D. Antonio Sánchez Díaz, D. Antonio García llamas y D. Manuel prados Honorato. El trabajo consistió en el arreglo de las cornisas salientes y la pirámide. Esta, en principio, estaba revestida de azulejos que se cambiaría por tejas pequeñas. El cuerpo de campana y la base fue picado y enlucido con cemento. Por último, sería pintada de blanco de blanco, ya que conservaba el color del ladrillo natural.

En años anteriores se cambiaron también las campanas, que fueron fundidas de nuevo al estar rajadas algunas de ellas. Hay quien diga que una de las antiguas campanas las han visto en Sevilla. En el año 1967 se cambiaron las puertas principales de la Iglesia, trabajo que fue realizado por el carpintero D. Jesús Jiménez Sánchez; más tarde, en 1969 se reforma la puerta de salida de las procesiones; la intervención consistió en ampliarle el medio punto y colocarle bastidor; éste es uno de mis primeros trabajos realizado en nuestra Iglesia. La parte de herrería, bisagras y rejas del medio punto, fue realizada por D. Jesús Pérez Sánchez.

Ya en el año 2002, se ha realizado la obra de más envergadura de todos los tiempos. Se trata del tejado principal que cubre las tres naves, al cual se le ha puesto la armadura de hierro y se ha tejado de nuevo. El resto de los tejados, de cúpulas y cupulitas, también han sido repasados. La empresa que ha realizado los trabajos es la que le trabaja al obispado de Málaga.

Y por último más reciente en el tiempo se ha pintado toda la fachada, incluida la torre el trabajo lo ha realizado la escuela-taller que en el año de 2004 se llevó a cabo. Hay que destacar la valentia de dos señoras de la citada escuela que se comprometieron a pintar la torre: Dª Pepi Torres y Dª Cati Rodrigue Jiménez.



Y siguiendo con este tema, hace unos días encontré un documento importante que expongo a continuación y que dice lo siguiente: "La torre empezó su obra el 1 de Agosto de 1878 y se concluyó en Agosto de 1880, Seis más tarde".

Posterior a este documento, aparece otro en el arsobispado de Sevilla, referente a una carta que escribió por entonces el párroco de esta Iglesia y que decía así:

"Sierra de Yeguas: Tengo la satisfacción de poner en conocimiento para que a su vez la haga A. S. Excelentísima el Arzobispo mi señor, en el día de ayer se terminó la restauración de la torre de la iglesia Parroquial en cuyas obras se ha invertido trece mil setecientos reales reunidos de donativo en esta feligresía.

También se ha terminado la capilla y camarín que desde hace tres años se está construyendo en esta Iglesia dedicada a nuestra Señora de los Dolores y como el altar reune todas las condiciones necesarias para que en el pueda celebrarse el Santo Sacrificio de la misa faltando solo la bendición, suplico... se digne a autorizarme para que pueda efectuar dicha bendición. Suplico, en el día 19 del presente mes, en el que por ser Viernes de Dolores puede dársele a este acto mayor solemnidad y ser motivo para aumentar el fervor de los fieles a nuestra Señora.

      Sierra de Yeguas 11 de Enero de 1880.

                                                        Cura Párroco D. Ambrosio Muñoz Del pozo 
      Este cura tomó posesión de la Iglesia el 16 de Marzo de 1868."

Como se puede comprobar los dos documentos se refieren a la misma restauración de la torre, y que coincide con la fecha de terminación de las obras, solo que uno da por terminada en Agosto de 1880 y el segundo en 10 de Enero de 1880.



La restauración debió de ser bastante importante, por los seis año de duración de dicha obra, también pudo ocurrir que el trabajo se realizara por etapa ya que fue costeada con los donativos que se recogía en el pueblo es decir, por suscripción popular.

En la actualidad, nuestra iglesia, en mi opinión, recibe un cuidado que yo calificaría de bueno por parte de las hermandades y algunas que otras familias que le dedican parte de su tiempo, asi como por el sistema de limpieza en el que colabora todo el pueblo. A este respecto, me gustaría dedicar unas lineas a los que fueron durante mucho tiempo sacristanes de nuestra iglesia.

Don Bartolomé Notario Aguilar (Bartolito), como sacristan y como persona, era un hombre serio. Se dedicó plenamente al cuidado de la Iglesia y estuvo siempre muy pendiente a todos los actos que se celebraban en ella, especialmente en Semana Santa, cuando las Hermandades les dedicaba los sagrados cultos a sus titulares. Creo no equivocarme al decir que todos los de mi generación lo recordamos con cariño, porque al menos alguna que otra vez nos prestó su servicio en bautismos o casamientos.

También D. Antonio Aguilar (El Nono), al igual que Bartolomé siempre fue fiél a su trabajo, en el tiempo que estuvo en la Iglesia.

Por último, quiero que esta recordatoria sirva de homenaje al también desaparecido, D. José Luis Rodríguez Girón, que dedicó en sus últimos años gran parte de su tiempo al servicio de la iglesia.

Hoy día es D. Antonio Segovia quien presta su tiempo y ayuda en los actos litúrgicos, y al cuidado del templo.

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