La vida municipal cotidiana
de Sierra de Yeguas
Nuevo alcalde D. Francisco Torres Frías
Habiendo obtenido mayoría de votos, absoluta, don Francisco Torres Frías fue proclamado para el cargo de alcalde de Sierra de Yeguas, recibiendo el bastón insignia de su autoridad que le entregó el presidente interino y pasando a ocupar el puesto de éste, desde el que expresó a sus compañeros del concejo su agradecimiento por la distención con que acababan de honrarle y a la que ofreció corresponder con su gentileza, contando con el eficaz consenso de todos.
Seguidamente, el señor alcalde daba a conocer la Junta de gobierno del ayuntamiento de Sierra de Yeguas:
Señores concejales: D. Francisco Fernández Ruz, D. Francisco Torres Sánchez, D. Luis Casero Ramírez, D. Fernando Carbonero Martín, D. José Borrego Nieto, D. Bernabé Pérez Fernández, D. Pedro Solís Gozálvez, D. Antonio Arias Vallejo, D. Francisco Casero Ramírez.
Como pueden apreciar, ya por estas fechas en el concejo municipal desaparecían los vocales colaboradores y aumentaban los concejales de siete a diez.
Instalación del teléfono en Sierra de Yeguas
En la villa de Sierra de Yeguas, a 23 de septiembre del 1930, reunidos en la casas consistorial a las nueve de la noche, y previa convocatoria, el alcalde expuso al concejo que había tomado la iniciativa de convocar esta sesión extraordinaria para dar cuenta de que, frustradas definitivamente las gestiones iniciadas el pasado año 1925 para obtener la instalación en nuestra localidad de un centro telefónico, y habiendo estado pendiente de la concesión de tan necesaria mejoría de trazado que se diera a la línea Granada – Sevilla –, y construida ya ésta aunque resultara a mayor distancia de la que nos separaba del centro establecido en Campillos, la comisión municipal de Sierra de Yeguas la autorizó por su acuerdo de dejar la línea de Sevilla-Granada y reanudar aquellas gestiones cerca de la Compañía Telefónica Nacional. En la entrevista celebrada con su representante en Sevilla, a cuyo distrito corresponde esta población, se apreció como más viable y económica para la rápida solución del asunto la fórmula de solicitar un abono a la zona al centro de Campillos (en las condiciones que determina la real orden de 11 de junio de 1928). Este abono, una vez instalado y mediante la sesión de casa gratuita por diez años aportada por el ayuntamiento de nuestro pueblo, podría llegar a convertirse en el centro telefónico en la localidad y mejorar así las condiciones de comunicación exterior.
Enterado los señores congregados de la corporación y entendiendo que había que remediar el estado de aislamiento en que se haya la población en cuanto a sus comunicaciones, acordaron por unanimidad autorizar al señor alcalde D. Francisco Torres Frías para que haga la petición del abono telefónico a la zona exterior del centro de Campillos; y para que en orden a la instalación y cuanto se relacionase con el funcionamiento del dicho abono resuelva lo que estime más adecuado y conveniente a los intereses locales; decidiendo así mismo que para satisfacer en su día la construcción de la línea, a razón de mil doscientas cincuenta pesetas por kilómetro, y demás gastos que pudiera ocasionar el repetido abono, se adicione al presupuesto ordinario para el año próximo de 1931 la suma de diez mil pesetas Sin más, el señor alcalde agradecía a todos la confianza prestada para llevar a cabo tan deseado y necesario proyecto de la telefonía en Sierra de Yeguas.
El
alcalde Torres Frías se preocupa del paro de los jornaleros del campo
Y el día 16 de marzo de 1931 se manifestaba que siendo cada día más agravante la situación de los jornaleros agrícolas de la localidad, obligados tiempo a paro forzoso por falta de trabajo, y acentuada la crisis por las continuadas lluvias, consideraba deber indispensable de la corporación el adoptar las resoluciones encaminadas a aliviar en parte la miseria reinante a base de los modestos medios de los que se disponen, y teniendo también en cuenta que la crisis de los jornaleros agrícolas alcanzaba a los labradores, que ya respondieron en el pasado otoño con gran sacrificio al requerimiento que se les hiciera para facilitar la ocupación a aquellos. Por todo ello, se hace necesario adoptar una urgente resolución que aminore los efectos de la calamidad existente, y que en tal sentido debe el ayuntamiento de Sierra de Yeguas pronunciarse en primer término, habiendo sido informado por el secretario de que en el presupuesto vigente no existía partida expresa para hacer frente a esta humanitaria obligación. Así pues, considerando que el grave problema de hambre planteada demandaba una resolución inmediata y no supeditada a restricciones de orden de formularios, los señores concurrentes acordaron que a partir del día siguiente a dicha reunión se distribuya a las personas necesitadas que se presenten en el ayuntamiento un bono equivalente a un kilo de pan, quedando autorizado el señor alcalde para que en unión de los señores concejales del ayuntamiento hagan el oportuno reparto y alimentos básicos con cargo al crédito de imprevistos.
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