domingo, 13 de agosto de 2023

 


Construyéndose la Plaza

        La  construcción de la iglesia de Sierra de Yeguas se lleva a cabo a partir de la segunda década del siglo XVI, y la pila bautismal se le concedió por la Vicaría de Estepa a Sierra de Yeguas en el año 1578 y el primer concejo municipal lo concede el marquesado de Estepa en el 1592, siendo el primer alcalde D. Juan Palacín.
     Por tanto, a raíz de cuando se inicia el trazado o proyecto de la iglesia, imagino que ya se tendría en cuenta dejar ese espacio de terreno para la futura plaza.
    Las autoridades de entonces, sobre todo la eclesiástica y a través del marqués de Estepa, fueron quienes dispusieron la construcción de la iglesia de Sierra de Yeguas.
       Se puede pensar que a continuación de la edificación de la iglesia, incluso al mismo tiempo, se edificaran algunas viviendas alrededor de ella, pero anterior a las edificaciones actuales, ya que las actuales corresponden a las que se hicieron a mediados del siglo XIX y gran parte del siglo XX.
      Lo que sí es cierto es que las autoridades competentes, incluso arquitectos, lo estudiaron bastante bien, dejando un espacio lo suficientemente  amplio como para construir nuestra bonita plaza.
      Ni que decir tiene que, por entonces, solo se trataba de un terreno terrizo, incluso también cabe la posibilidad de que las edificaciones que hemos citados anteriormente aún no existieran y que escalonadamente se edificaría alrededor de la plaza, ya que tengo entendido que cuando se iniciaba un nuevo pueblo, incluso una aldea, lo primero que se edificaba era la iglesia y entorno a ella se hacían las urbanizaciones más o menos trazadas arquitectónicamente.
     La verdad es que en nuestro pueblo, a lo que al centro urbano se refiere,  podemos presumir de que ya en aquellos tiempo se preocuparan urbanísticamente de hacerlo bien hecho. Y por qué no decirlo, el pueblo en general tiene un buen trazado urbano.
  Precisamente por el trazado que tiene está claro que se empezaría delimitando el atrio de la iglesia, que es toda la parte de terreno que hay alrededor del edificio, desde el rincón de la Fuensanta hasta la casa parroquial, y por todo el ancho que abarca hasta las palmeras y los árboles moreras. Este terreno es propiedad de la Iglesia. Incluso parte de la casa parroquial está edificada en el atrio.
    Después no es de extrañar que pasaran años y décadas sin hacer ningún tipo de obras para ir acondicionado la plaza, ya que se tenía lo que se aspiraba, un terreno llamado plaza donde jugaban los niños; incluso podía haber algún tipo de ganado que se comiera la hierba que nacía, y puede que se instalaran aquí los mercadillos de entonces.
    También hay que decir que la pobreza y el poco trabajo mal pagado, entre otras muchas cosas, era la causa del estancamiento que se vivía en toda España. El progreso era muy lento, por lo que los consistorios se limitaban al servicio mínimo, y nada de poder hacer algunas obras públicas.
   Hay que contar también que el consejo municipal se crea en Sierra de Yeguas catorce años más tarde que nuestra parroquia tuviera pila de bautismo (año 1592). Por tanto, seguramente tendríamos como autoridades de la villa a algunos representantes de las autoridades de Estepa, o bien a algunos señores allegados al marqués mientras se nombraba el consejo municipal.
  Otra de las cosas a tener en cuenta era que para todos los efectos de identificación personal, la iglesia era más precisa que el ayuntamiento, ya que para las personas físicas el documento más importante para identificase  era la partida de bautismo.
  En los tiempos más recientes donde ya contamos con otros datos y fechas concretas, y también con nombres y apellidos de alcaldes, concejales y otros personajes. El progreso fue lento y tal vez en torno a la plaza se empezarían a edificar casas más humildes que las actuales, incluso corralones para los agricultores.
   Ya en la segunda década del siglo XX se comenzó a configurar la plaza de nuestro  pueblo Sierra de Yeguas, por entonces, plaza de la Constitución. Se puede decir que en esas fechas estaba en proceso de ejecución, ya que solo se contaba con una llanura que marcaba con cantones de piedra lo que sería el recinto de la plaza y las calles que la rodea; el suelo era de tierra, y quiero pensar que habría algunos bancos de hierro y madera.
     En el año 1915, y siendo alcalde D. Fernando Martín Rodríguez, se plantaban 24 árboles de acacias y algarrobos silvestres en la plaza de la Constitución (así llamada por entonces). Todavía, por suerte, se conservan algunos ejemplares de esos árboles, convirtiéndose hoy en día en árboles centenarios.
     En otro orden de cosas, el día siete de octubre de 1915 se daba cuenta por el señor alcalde de la relación de los jornales empleados en el proyecto de la obra de reparación y afirmado de pavimentos de las siguientes calles: Campillos, Iglesia, travesía de plaza de la Constitución por la puerta de la iglesia hasta calle Espínola, hoy día calle la Cruz
    El cabildo acordó aprobar la relación de gastos del proyecto vigente, y que se le abonara la cantidad de ciento setenta y seis pesetas con setenta y cinco céntimos con cargo al proyecto en vigor a favor del encargado de obra D. José Torres Llavero.
     Por último en el mes de mayo del 1961 el alcalde de turno, D. Antonio Borrego Ruiz, daba buena cuenta de la obra que, en definitiva, se hacía realidad en la por entonces plaza del General Franco, con un proyecto atractivo que consistía en enlozar el pavimento de toda la plaza y demás  trabajos complementarios (entre los albañiles se encontraba mi amigo Juan José Oliva Borrego, que en paz descanse), así como la colocación de dos farolas en cada una de las tres entradas a la plaza, la demolición de la tribuna donde se daban los conciertos musicales los días de feria. En ese mismo lugar se implantó la fuente anterior a la que hoy día tenemos, que fue colocada ya en tiempos del alcalde D. José Torres Jiménez, q.e.p.d.


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