martes, 22 de diciembre de 2020

     

     Segundo capítulo de la Plaza de Andalucía

      La historia de la plaza de Andalucía de Sierra de Yeguas es como un sistema de identidad cultural donde se cuentan  hechos ocurridos durante el paso del tiempo; también se viene observando cómo se va transformando dicha plaza a lo largo de la vida.

     Ya en el capitulo anterior, de fecha 17- 11- 2020, contaba de cómo pudo ser el inicio de dicha plaza.  Ahora pasamos a otros tiempos más recientes, donde ya cuento con otros datos y fechas concretas, así como también con nombre y apellidos de alcaldes, concejales y otros personajes que hicieron posible este lugar maravilloso llamado hoy Plaza de Andalucía.

     En la segunda década del siglo XX de nuevo se trabaja en la configuración de la, por entonces, llamada Plaza de la Constitución. Ya vimos que al principio solo se contaba con una llanura marcada con cantones de piedra, lo que era el recinto de dicha plaza, y las calles que la rodean; el suelo, que era de tierra, fue acondicionado de una argamasa de tierra y graba mezclada que cuando llovía no se formaba mucho barro, ni tampoco nacía la hierba.

     En el año 1915, y siendo alcalde D. Fernando Martín Rodríguez, se plantaron 24 arboles de acacias y algarrobos silvestre en dicha plaza; todavía se conservan algunos ejemplares , convertidos hoy en día en árboles centenarios de 105 años. Maravilloso.   

      Por otra parte, en sesión de pleno de fecha 2 de agosto de 1917, y por la proximidad de la fiesta del santo patrón San Bartolomé, el ayuntamiento de la localidad, a propuesta  del señor alcalde D. Cristóbal Mora Muñoz,  procede al acondicionamiento e instalación en la Plaza de la Constitución de los cinco asientos de piedra, previa la reparación y afirmado del pavimento de dicho lugar de recreo. 

     Ya con fecha de 27 de marzo de 1919, aparecen intervenciones de obras en la plaza y se da cuenta de la relación nominas de los jornales empleados, nuevamente, en la reparación y afirmado del pavimento de la citada plaza. Los que conocimos el suelo antiguo, sabemos que por ser de un material de zahorra pues cada año había que reparar baches para que no se formaran charcos de agua cuando llovía.  El importe de reparación ascendía a setenta y dos pesetas  con cincuenta céntimos los trabajos y materiales; 15 jornales a tres pesetas con 65 céntimos, hace un total de 56 pesetas con 25 céntimos, más 16 pesetas con 27 céntimos de materiales, que se libra a favor de D. José Torres Reina que estuvo de encargado, como capataz, de la referida obra.

     Podemos comprobar cómo desde primero de siglo XX se le presta más atención al recinto de la plaza, haciendo cada año  algunas  mejoras de acondicionamiento.

     Como he comentado en otras páginas, la verdad es que me sigo sorprendiendo de los precios de losa, artículos y jornales, así como el poder de la peseta; por eso me gusta dar detalles, por pequeños que sean, de la economía de por entonces, de jornales y precios, para que ustedes, queridos lectores, también hagáis comparaciones entre aquellos tiempos y los de ahora. 

     

    

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