Las subastas de los impuestos

       En renglones anteriores hablaba del procedimiento de los cobros de impuesto del ayuntamiento de Sierra de Yeguas, pues voy a transcribir el modo de subasta y adjudicación.

     Dada cuenta del estado de expediente en trámite para el arriendo en pública subasta de los artículos municipales sobre pesos, medidas y servicio ajeno de contratación de especies; de reparación de la vía pública, y de degüello de reces en el Matadero, de conformidad con el decreto de la alcaldía de fecha primero del actual, acordó el Ayuntamiento designar al concejal D. Francisco Fernández Ruz para que representando a la corporación, concurra al acto de la referida subasta que habrá de tener lugar el próximo día once, justamente con el señor alcalde o teniente o concejal en quien delegue, habiendo aceptado el referido concejal la designación hecha a su favor.

     Una vez celebrada la subasta, se facilita la formación del contrato; bien discutido el asunto, el Cabildo por unanimidad declara válido el acto de subasta y adjudicar definitivamente la subasta a favor de D. Francisco Mora Domínguez, quien habrá de efectuar, en la forma señalada en la condición quinta del pliego, unido al expediente respectivo los pagos correspondientes, de la fianza.

      Quiero entender que esta forma de cobro de los impuestos, de subastarlo, se trataba de ahorrarles trabajo a los empleados del ayuntamiento de la localidad, o tendría que contratar a una persona para ello, y supongo que le saldría más económico y cómodo subastarlo.

     Y así cada año se repetía el mismo proceso para el cobro de los impuestos.

 

                               Nuevos datos sobre la fuente de San Bartolomé

        Nuevamente aparecen unos datos sobre la fuente de San Bartolomé, aunque tengo que decir que, hasta ahora, no he encontrado el lugar donde podía estar instalada, y solo encuentro estos datos.

      Con fecha de 13 de mayo de 1920, manifiesta el señor alcalde la necesidad de proceder a la construcción de un depósito de agua para facilitar el curso y aprovisionamiento de la fuente de San Bartolomé, que viene utilizándose para abrevadero, y, además, arreglar el pavimento que da acceso a la indicada fuente. Enterada la corporación y hecho cargo, se aprobó por unanimidad, ya que se trataba de un bien social.

     Este trabajo de la fuente se consideró de urgente ya que con fecha de 27 del mismo mes se presentaba las cuentas de la construcción del depósito de agua de la fuente, y dice así: dada cuenta de la relación de los jornales y materiales empleado en la obra de construcción de un depósito de agua para facilitar el curso y aprovisionamiento de la fuente de San Bartolomé y de arreglo del pavimento de dicha fuente, fue examinada debidamente por el ayuntamiento y, encontrándola conforme, se abonó doscientas pesetas al maestro de obra D. Juan Mora Gómez.

 

Espero encontrar el lugar donde estaba esta fuente...

  

                                Muere el alcalde D. Cristóbal Mora Muñoz.

       Sesión ordinaria de 26 de agosto de 1920

     En la investigación que llevo a cabo con esta historia, me vengo dando cuenta que en los últimos plenos del ayuntamiento no aparece la firma de señor alcalde D. Cristóbal Mora Muñoz, ni tampoco en las actas de los plenos se daba información, por lo que se da a entender que estaba enfermo y no se le quería dar importancia. Lo cierto es que murió y así lo cuenta el ayuntamiento.

     El señor presidente en funciones de alcalde accidental, que da cuenta al Ayuntamiento el fallecimiento del señor alcalde D. Cristóbal Mora Muñoz, al que se le rinde los tributos merecido a su memoria asistiendo en corporación a la conducción del cadáver y a la misa de réquiem celebrada en la Iglesia parroquial el veinte de este mes; agregando que creyendo interpretar los sentimientos de los señores concejales había dispuesto abonar de los fondos municipales  los gastos de entierro y funeral correspondiente a la parroquia, así como el importe del ataúd en el que fueron depositados los restos y del arreglo del nicho en el cementerio ascendente todo a doscientas treinta pesetas. Por ultimo manifestó que correspondía, a su juicio, de declarar la vacante del cargo y señalar la fecha de su provisión, levantando en seguida la sesión en señal de duelo.