COFRADÍA Y HERMANDAD DEL SANTO ENTIERRO Y MARÍA SANTISIMA DE LA SOLEDAD DE SIERRA DE YEGUAS, MÁLAGA
La Hermandad del Santo Entierro y María Santísima de la Soledad de Sierra de Yeguas tiene hoy día como Sagrados Titulares a dos imágenes: el Santo Entierro de Cristo y la Virgen de la Soledad. Ambas salen en procesión el Viernes Santo en la noche; tan sólo durante unos años lo hicieron el Sábado de Gloria. La antigüedad de las imágenes actuales se remonta a la posguerra, y terminaron sustituyendo a otras dos: el Cristo Yacente y Nuestra Señora de los Dolores. Parece ser que la escultura del Cristo era una imagen de talla que impresionaba mucho. Según varios testimonios, el Cristo Yacente salía acompañado de la Virgen de los Dolores, ataviada con una saya en color negro. A esta procesión se unían representaciones del resto de hermandades de Sierra de Yeguas, portando estandartes e insignias propios, así como las autoridades locales. Pero todo ello desapareció de un plumazo con la temida guerra civil española. Será años más tarde cuando la tradición, la fe y la cultura serrana comiencen a resurgir de sus propias cenizas. La Semana Santa de Sierra de Yeguas tendría una segunda oportunidad, y para sacarla adelante habría que hacer muchos esfuerzos.
Y ha sido precisamente gracias al trabajo de tantos serranos y serranas por lo que actualmente nuestro querido pueblo puede disfrutar de una Semana Santa grande y fervorosa. La reestructuración de las Hermandades y Cofradías serranas iba a ser un proceso lento, pero siempre con la ilusión y el deseo de volver a recuperar el tiempo perdido. La Hermandad del Santo Entierro y María Santísima de la Soledad también se sumó a esta reorganización eclesiástica. Aunque no contamos con la documentación que acredite quienes fueron las personas que compusieron aquella nueva directiva, lo lógico es pensar que tal vez fueran las familias más pudientes de la época, que también pudieron formar parte de la anterior Junta de Gobierno de la cofradía, las que tomaran de nuevo las riendas de la Hermandad. Lo que sí podemos afirmar es la estrecha relación y el afecto que han tenido siempre hacia esta hermandad varias familias de Sierra de Yeguas, entre ellas las familias Carvajal y Casero. Tanto es así que sería precisamente la señora Dª Dolores Carvajal quien costearía la nueva imagen del Cristo Yacente y la urna del Santo Sepulcro, como veremos seguidamente.
Son muy pocos los testimonios con los que contamos sobre la Semana Santa de Sierra de Yeguas en las primeras décadas del siglo XX. Uno de ellos es el Pregón de Semana Santa de D. José Torres Mancheño, realizado en 1988. Es un documento muy interesante porque recoge las vivencias de un hombre que vivió su niñez y juventud entre los años 1915 y 1930, y que lógicamente nos aportan datos de primera mano, de sus vivencias y recuerdos. Torres Mancheño nos cuenta, a grandes rasgos, cómo eran las imágenes antiguas de nuestra iglesia: “Eran todas de talla, algunas policromadas. Entre ellas destacaba por su impresionante realismo la del Cristo Yacente”. Como podemos comprobar, y en lo que se refiere a la Hermandad del Santo Entierro y María Santísima de la Soledad, hace referencia a una magnífica talla de Cristo Yacente, y que como apuntaba más arriba, para algunos era de autor desconocido y para otros pertenecientes al grandísimo escultor Martínez Montañez. Pero de ello no tenemos documentos que así lo acredite, es más, si tenemos en cuenta que el escultor falleció en 1694 y que en el inventario más antiguo con el que contamos de las imágenes de nuestra iglesia del año 1703 no aparece el Cristo Yacente –como veremos más adelante- la probabilidad de que Montañés fuera el escultor se reduce, ya que en aquellas fechas se solía trabajar por encargo. Pero, como digo, todo esto son suposiciones que no podemos demostrar.
Continúa narrando D. José Torres, en relación con ésta hermandad, cómo se vivía el Viernes Santo por la tarde, cuando ya Jesús había muerto en la Cruz: “Por la tarde del Viernes Santo se comenzaba con el sermón de las Tres Horas y el descendimiento de la Cruz. Se recogían las Hermandades y se llevaba a la iglesia sobre las seis de la tarde. Una hora antes, salían dos hermanos del Santo Entierro, con túnica y antifaz, con un tambor cada uno, y por las aceras de las calles iban anunciando, con su ruido y presencia, la muerte del Redentor. De cuando en cuando, paraban, se miraban, y seguían con los golpes de tambor, hasta que salía la procesión (...)".
Pintura realizada y donada por Antonio Solís González a la Hermandad del Santo Entierro de Cristo y María Santísima de la Soledad de Sierra de Yeguas, Málaga |
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