lunes, 4 de abril de 2022


 

Hermandad del  Santísimo Cristo
de  la  Vera-Cruz
Y
                           María  Santísima de  La Esperanza                                                                                          

La Hermandad del Cristo de la Vera-Cruz y Mª Santísima de  la Esperanza, con documento obtenido, data de principios del siglo XVIII, aunque puede que sea incluso más antigua. La imagen antigua del Cristo era una escultura tallada de madera, y los que la conocieron dicen que era una buena obra de autor desconocido. Poseía unas andas con las que salió en procesión muchos años. Se componía de un monte de corcho encolado y cuatro candelabros de hierro con parabrisas  que, junto con la cruz, conservada actualmente, fueron adquiridos a finales del siglo XIX por un médico que hubo en Sierra de Yeguas apellidado “Toro”. La cruz, concretamente, se adquirió en abril de 1892.

Cuenta D. José Torres Mancheño que las túnicas con las que los penitentes salían en procesión eran de color verde, aunque él no llegó a conocerlas.

En el desastre de 1936 se perdió la imagen del Cristo. Entre otros efectos se salvaría la magnífica cruz que únicamente se utilizaba para la procesión y que en la actualidad forma parte del Crucificado.

Será en el año de 1938 cuando doña Dolores Castro Sánchez y su marido don Juan Ramírez Torres hicieran posible el encargo de la nueva imagen del Cristo al imaginero sevillano D. Antonio Castillo Lastrucci. Esta magnífica obra de arte es realizada en madera de cedro, tallada y policromada, y es la imagen actual que procesiona esta hermandad en la noche del Jueves Santo.

            Haciendo investigación en los Archivos Históricos Municipales de esta localidad, en el Catastro que mandó hacer el Marqués de la Ensenada hay un escrito del tema siguiente:

  “Año 1749”. Cofradía del Santo Cristo de la vera Cruz de este lugar. Tiene por sus bienes una pieza de tierra puesta de olivar en el partido del Hornillo, distante de la población un quinto de legua, consistente en tres aranzadas. Linda a L. P. y S. con otros de D. Francisco Pedrosa y al N. con los de D. Miguel Jurado (presbítero). Es de la 3ª calidad y tiene la figura de un rectángulo”.

            De lo que se desprende de este escrito es que esta cofradía existía ya a mediado del siglo XVIII, como venimos diciendo,  y que poseía bienes propios de los cuales no se tiene noticias, así que  se supone que pasarían  al Estado cuando éste mandó hacer las desamortizaciones, haciéndose cargo de los bienes de la iglesia. Nos queda por lo menos la satisfacción de conocer algo más de la antigüedad de esta Cofradía serrana.

            La reanudación de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz de Sierra de Yeguas se llevará a cabo durante los años de la posguerra. En una de sus actas se redactan los hechos ocurridos el día trece de marzo de 1941, en reunión a las nueve de la noche en la parroquia de Sierra de Yeguas, presidida por el cura párroco de la iglesia parroquial de Sierra de Yeguas. Toma la palabra el señor cura diciendo que se hace necesaria la reorganización de la cofradía a base de llevar todas las cosas inherentes a la misma con orden, tanto en el aspecto espiritual como en el material. A dicho fin se forma una directiva para responder en dicho sentido, que tenga iniciativas y que al fijar el día del desfile procesional de su sagrado titular ponga todo su celo por que aquel resulte un acto de verdadera fe cristiana. Después de una breve deliberación se acuerda por aclamación y se procede a los nombramientos siguientes: Hermano Mayor Honorario: Doña Dolores Castro Sánchez, que en su gran amor y fe a Cristo Crucificado no ha regateado en medios y ha adquirido la imagen actual. Así mismo, esta señora de acuerdo con su esposo, también devoto de esta cofradía, D. Juan Ramírez Torres, adquieren todo lo necesario para la capilla del Señor, cultos, etc. Hermano Mayor efectivo: D. José Torres Mancheño; tesorero: D. Juan Fernández Solís; secretario: D. Francisco Luna Gómez.

La directiva así compuesta acuerda redactar los estatutos por los que ha de regirse la cofradía, así como su envío a la autoridad eclesiástica del Obispado de Sevilla para su aprobación o reparos. Mientras tanto se acuerdan reuniones tantas veces como sea preciso para acordar los actos que han de celebrarse con motivo de la próxima Semana santa.

Como pueden comprobar, esta Junta de Gobierno es muy reducida pero con la suficiente capacidad como para, de nuevo, poner en marcha la hermandad. De esta manera, el día siguiente de su nombramiento, día 14 de marzo de 1941, se empiezan a tomar decisiones muy positivas para la cofradía como la puesta en marcha de los cultos al sagrado titular, así como todo lo necesario para su salida en procesión. Es entonces cuando se acuerda que la procesión se haga en la noche del Jueves Santo, tal y como se hacía antiguamente, en lugar del Viernes Santo, como se venía haciendo en los últimos años. 

     Por otro lado, se pide a la Camarera de la hermandad doña Aurora Martín Rodríguez que realice un informe para así concretar todos los enseres con los que la cofradía contaba y así tener una idea de todo aquello que se necesitaba en esta nueva andadura de la hermandad. Una vez todo recompuesto se celebraron los cultos al santísimo Cristo y la posterior procesión, con todo orden y brillantez, y tanto fue así que incluso se recibieron felicitaciones por parte del cura párroco y de otras personas ajenas a la hermandad. Por todo ello, el Hermano Mayor convoca cabildo general extraordinario el día 30 de abril de 1941. En ella la Junta de Gobierno expresa su satisfacción y agradecimiento a todos los hermanos por el orden  y la corrección que han llevado durante la procesión del santísimo Cristo de la Vera Cruz y por cuyo motivo ha sido felicitada la hermandad por el señor cura párroco D. Rafael Pabón García, así como por otras muchísimas personas de la población.

En cuanto al estado de cuentas, el tesorero puso sobre la mesa el libro de caja y los justificantes de los pagos efectuados en el presente mes, arrojando los datos siguientes:

-Ingresos efectuados hasta el día de la fecha,  pesetas…   934,00

-Por pagos  efectuados hasta el día de la fecha, pesetas…785,00

-Saldo en caja, en esta fecha,  pesetas……………………149,00

Por consiguiente, a cuenta nueva y como primera partida para el mes de mayo próximo, es de ciento cuarenta y nueve pesetas, que quedan en poder del hermano cajero D. Juan Fernández Solís.

Como ustedes han podido apreciar, así fue el comienzo nuevamente de esta cofradía, con la celebración de sus primeros cultos y procesión, bastante bien como han podido comprobar,  teniendo en cuenta  que se ha trabajado con una Junta Directiva muy reducida, yo diría que provisional, ya que todavía no contaban con los estatutos necesarios.

El día 31 de mayo de 1941 a las veintidós horas, se reúnen en cabildo general extraordinario  al objeto de dar cuenta al  cura párroco de las gestiones hechas durante el presente mes en pro de la cofradía. La reunión tiene lugar en el salón de actos de la parroquia de Sierra de Yeguas y la preside D. Rafael Pabón, quien toma la palabra diciendo que ha recibido de la Junta de Gobierno de esta hermandad las reglas por la cuales se han de regir,  y  que para adelantar tiempo se proceda al nombramiento de la mesa o juntas de oficiales  para así obtener los dichos Estatutos,  hecho que hará que esta hermandad continúe funcionando normalmente. Leídos los estatutos y aprobados en todas sus partes se procede al nombramiento de la Junta que ha de llevar desde ahora la dirección de la Hermandad y que queda de la siguiente forma: 

- Director Espiritual: Don  Rafael Pabón García, Cura Párroco

- Hermano Mayor: Don  José Torres Mancheño 

- 2º H.M.: D. Juan Castro Torres

- Conciliarios: Don  Miguel Carbonero Aguilar,  Don Francisco Torres Ruz

- Mayordomo: Don  Antonio Fernández Solís

- Tesorero: Don  Juan Fernández Solís

- Fiscal: Don  Juan Sánchez Torres

- Secretario: Don Francisco Luna Gómez (1) 

Seguidamente toman posesión de sus cargos,  jurando desempeñarlos con el pensamiento puesto en Dios y en el resurgimiento que se desea tenga la Hermandad. 

Una vez restaurada la Hermandad y constituida la Junta de Gobierno, ahora queda toda una vida por delante para trabajar y hacer una buena cofradía.

Así pues, a partir de a hora comienza una nueva era. Una de las tareas que primaba era la confección del estandarte de la cofradía, de manera que el día 2 de julio se compra la tela de terciopelo  en el comercio de don José Carrasquilla, en Sevilla,  por valor de 374, 40 pesetas, encargándose  el bordado de la misma a la Institución Adoratrices,  por la cantidad de 1.500 pesetas. Por otro lado,  a don Licinio Mediavilla se le compra las varas del estandarte, borlas, flecos de seda, oro y vara de Hermano Mayor por un coste de 725 pesetas. Días más tarde, el 21 de julio, se viaja a Sevilla para gestionar la confección del citado estandarte. También se realizarán 25 túnicas, adquiriéndose tanto la tela como la botonadura para las mismas en el  comercio de Lola Álvarez en Málaga.

Una curiosidad que me gustaría contar aquí es la del modo en que las personas que lo deseaban podían hacerse hermanos de esta cofradía. Previamente había que solicitarlo y si la conducta del solicitante era buena, se aceptaba provisionalmente hasta que se hiciera juramento por el cual pasaría a ser hermano definitivo. Para todo esto se esperaba a que hubiese varias solicitudes. Seguidamente se celebraba un acto conmemorativo, pero había  veces en que no eran aceptadas algunas solicitudes por no cumplir  lo exigido por las Reglas; otras veces fueron expulsados algunos hermanos por no tener buen comportamiento, no solo como cofrade sino también como ciudadano.

 


 

 



(1) Todo lo que se esta escribiendo hasta ahora son recopilaciones de las actas  originales, 

recogidos en el libro Historia de las Hermandades de la Semana Santa de Sierra de Yeguas (Málaga), primera parte, de A. Solís González.


  

 

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