martes, 7 de junio de 2022

 

                                                   

      DESVIACIÓN DE LAS AGUAS FLUVIALES
        (Continuación)

    Siguiendo el hilo de acontecimientos de la entrada anterior sobre el canal de la Triana y Sevilla serrana, al haberse eliminado un canal fue necesario abrir otroComo ustedes, los más mayores, recordarán, Sierra de Yeguas fue víctima de las tormentas en varias ocasiones del siglo XX, por no disponer el pueblo de buenos desagües y vías para las aguas fluviales. Pues bien, los próximos renglones que  vais a leer es el inicio de los trámites necesarios para que se construyera un canal en la parte suroeste del pueblo, canal que arrancaría desde el final de la calle Campillos, después de los colegios, recogiendo las aguas fluviales de ambos lados de la carretera vieja de Campillos, de los dos cerros colindantes e incluso del camino del Concejil, y seguiría su curso haciendo un cinturón, pasando por el final de calle Oliva, final de la calle la Plazuela y recogiendo las aguas del cerro Trompero y el final de las calles Harina y Cruz, e integrándose, por último, en unos de los arroyos que conduce las aguas hasta el arroyo la Albina.
     El 20 de septiembre de 1944, al mismo tiempo que se cubría el arroyo de Triana y Sevilla, el alcalde de turno D. Jesús García Hidalgo informaba en el pleno de esta misma fecha que todavía no había sido redactado el proyecto y presupuesto del nuevo canal, y por ello no había podido solicitar la ayuda económica para la misma. Próxima la temporada de lluvias, y ante el hecho del retraso de este asunto, como de otra parte  el Ayuntamiento tendrá que aportar siempre en parte proporcional en las referidas obras, se permitía autorización para hacer las obras, el canal o zanja por donde ha de  hacerse discurrir el agua con cargo a los fondos municipales, asegurando que la cuantía de ello no sobrepasara las cinco mil pesetas, cantidad que en su día sería imputable a favor de la parte proporcional de aportación municipal.
   Conforme con la propuesta de la alcandía, la corporación le autorizaba para disponer de crédito de hasta cinco mil pesetas con cargo al capítulo once del vigente presupuesto de gasto.
   Por otro lado, con fecha de 30 de noviembre de 1948, el alcalde D. Jesús García Hidalgo manifestaba que había recibido diez mil pesetas que el Excelentísimo Sr. Gobernador Civil de la provincia mandaba para comenzar las obras del canal de desviación de aguas en la parte sur de la población, y oportunamente se dará cuenta de su inversión.
   Al año siguiente, el día 21 de febrero de 1949, se aprobaban finalmente las obras de este canal, con la importante cantidad de 32.625'40 pesetas, de las cuales manifestaba el Sr. alcalde que tenía recibida hasta el día de la fecha la cantidad de 29.400 pesetas . 
   En mi opinión,  pienso que la alcaldía y la corporación, con el ánimo de hacer cosas beneficiosas por nuestro pueblo, se precipitaron ambos en la construcción para tapar el arroyo de Sevilla y Tiana, a pesar de que ya se estaba moviendo y tramitando la documentación necesaria y el proyecto preciso, aunque los trámites no fueron tan rápidos como se esperaba, como hemos visto.

fotografía sacada del libro Nostalgia Serrana
de A. Solís


       El canal se construyó en estas fechas con una dimensiones de unos dos metros de altura, por  un metro de ancho, por el desnivel del terreno. Por algunos sitios hubo que cavar esos dos metros de profundidad, y por otros sitios solo se cavaba la mitad aproximadamente y se edificaba hacia afuera el resto hasta los dos metros aproximados que tenía de alto. Pues bien, esta parte que quedaba edificada fuera de la tierra era lógicamente la más vulnerable, por lo que con algunas tormentas llegó a reventarse de la presión del agua, provocando la inundación del pueblo de lodo, agua e incluso piedras. Este canal, cuando llovía normalmente, incluso algunos temporales mas fuerte, lo soportaba bien, pero para las grandes tormentas lo cierto es que se quedaba pequeño. Tanto es así que en el año 1969, en la mañana del 4 de octubre, como podemos observar en las fotografía, cedió el canal, reventando y anegando la parte central del pueblo, locales comerciales y casas particulares. 

     Hay que decir también que los materiales empleados en aquellos tiempos para dicha construcción del canal, como pueden apreciar, era de piedra y una argamasa; el cemento solo se empleaba en el enfoscado o enlucido final, como así lo demuestra las fotografías. Debido a esta incidencia atmosférica, el ayuntamiento tomaba medidas y precauciones, arreglando los desperfectos, dándole más anchura al canal por la parte interior, donde el terreno es mas elevado. Con estas medidas ya el problema de inundaciones, al parecer, desaparecía por lo menos por unas décadas. Ya años más tarde, en tiempos de la democracia allá por los años ochenta, y siendo alcalde D. José Torres Jiménez, a este canal se le hizo una obra ya de ingeniería, se ampliaba y embovedaba dicho canal. Hasta tal punto es su amplitud que pueden entrar maquinarias y trabajadores para hacer limpieza del mismo.
     Pero para que pasen las cosas: con este canal que puede con toda el agua por mucho que llueva,  y lo demuestra cada año, pues nos vino en otra ocasión una buena tormenta; sin embargo, el camino viejo de Campillos que conduce las aguas del cerro del ala izquierda hasta el canal estaba cortado por un poco de escombro. Quiero pensar que fue alguien que no supo en el momento el daño que podía causar... Lo que ocurrió es que cuando las aguas llegaron al corte del camino producido por los escombro, se desvió del camino viejo a la carretera de Campillos, provocando que todas las aguas bajaran calle Campillos abajo, inundando de manera considerada el centro del pueblo y casas particulares. Después de aquello el ayuntamiento vigila las bocas de entrada de agua al canal para que no haya más sorpresas tan desagradables.

              Y con esto acabo la historia del canal de "Sevilla y Triana". 

   Terminemos con esta coplilla para que sirva de homenaje a esta peculiar historia serrana:

Sevilla y Triana juntas,                   El río al llegar la noche                Y que se entere la gente

          al arroyo quisieron darle                 tampoco quiso callarse,                 desde ahora en adelante

           un suspiro y una rosa                    ¡Triana, tú eres muy guapa,            que de las dos soy el novio

           y un clavel color granate.              Sevilla, tú eres muy grande!           y de las dos el amante.

                             

          (sacada de la letra del artista Salako de Córdoba)

 

 

                                                     

    

   

    




 






 

    




No hay comentarios: