viernes, 8 de julio de 2022


             La Virgen Peregrina de Fátima

     Estaban los niños Francisco, Lucía y Jacinta pastando a su pequeño rebaño en la Cova de Iría, municipio de Fátima, en el término municipal de Villa Nova de Ourén, y ahí se les apareció la Virgen. Era 13 de mayo, y la aparición tuvo lugar en el sitio llamado de los Valinhos, a unos 500 metros de la aldea de Aljustrel, en la región del Centro de Portugal. La aldea se encuentra a unos tres kilómetros de la Cova de Iría, lugar donde se edificaría el Santuario de la Virgen de Fátima.

Aldea de Aljustrel, Portugal
Pues bien, en nuestro pueblo Sierra de Yeguas, tuvo lugar la llegada de la conocida como Virgen Peregrina, Nuestra Señora de Fátima. Para ello me remitiré  
a la sesión extraordinaria del uno de noviembre de 1950, que se declaró extraordinaria por buena noticia de la llegada a este pueblo, el día dieciocho del actual, de la Virgen Peregrina Nuestra Señora de Fátima: Congratulándose todos de tan buena noticia y acordándose por aclamación de los señores concejales hacerse eco del sentir del pueblo por la importancia del evento, y muy especialmente de los componentes de esta corporación, conmemorando este día en que su Santidad Pio XII proclamaba dogma de fe la Ascensión a los Cielos de la Santísima Virgen en Carne Mortal. Felicitándose de tal resolución, y proclamando por su parte a la Santísima Virgen de Fátima Alcaldesa de esta población, se  consagró la católica Villa de Sierra de Yeguas al Inmaculado Corazón de María para que reine en ella y sea su protectora tanto en los días de alegría como en los de dolor, y que para que en la alcaldía se adopten cuantas medidas sean necesarias para el mayor esplendor en la entrada y estancia de la Santísima Virgen de Fátima en nuestro pueblo.

Casa de los pastorcillos Francisco y Jacinta
en Aljustrel
     Así pues, la Virgen había salido de Portugal, recorriendo parte de Extremadura y la provincia de Sevilla, aunque fue peregrinada por gran parte de Europa. Decir también que por esta fecha Sierra de Yeguas, en lo eclesiástico, pertenecía a la Diócesis de Sevilla. El final del otoño serrano del año 1950 se vio alterado así  por un acontecimiento que congregó en las calles a decenas de cientos de personas. El motivo no fue otro que la presencia de la Virgen de Fátima. La imagen venía por carretera de la Roda de Andalucía, pero la juventud serrana salía a su encuentro ya en las cercanía de Sierra de Yeguas. En el puente del arroyo de la Albina pararon al vehículo que transportaba la imagen de la Virgen para, desde ese momento, traerla en procesión hasta el pueblo, paseándola por diversas calles de la villa, que había sido engalanada con arcos de romero y todas clases de flores. La Virgen Peregrina fue recibida con todos los honores por el cura párroco D. Rafael Pabón García y el Sr. alcalde y su corporación, así como  por el fervor popular de todo un pueblo vitoreándola con los vivas a la Virgen de Fátima. Una vez recorrido el itinerario trazado, la Virgen de Fátima hacía su entrada triunfal con los mismos clamores en la iglesia de la Inmaculada Concepción de Sierra de Yeguas. De esto puedo dar testimonio ya que, aunque solo contaba con seis años y medio, lo viví de primera mano. 

Santuario de Fátima, Portugal
     En cuanto a la imagen de la Virgen de Fátima, el primer escultor que se aventuró a poner sobre madera la aparición de la Virgen fue José Ferreira Thedin. Se la encargó Gilberto Fernando dos Santos en 1920. Fue tallada en madera de cedro y la llamó Nuestra Señora del Rosario, tal como la Virgen de Fátima se había denominado en la aparición. Al acabarla tuvo una entrevista con Lucia dos Santo, la cual le aconsejo algunas modificaciones para que la imagen fuese lo más fiel posible a lo que ella vio. Una vez finalizados los retoques, se trasladó oficialmente para su veneración en el Santuario de Cova de Iría. Debido a que era tan demandada su peregrinación, los cuidadores de dicha imagen encargaron una réplica de la imagen original que se utiliza para las misiones peregrina. Por último, contaros que en nuestra iglesia ya existía una imagen de la Virgen de Fátima que fue adquirida por suscripción popular en tres mil quinientas pesetas, en el año 1949, un año anterior a la llegada de la Virgen Peregrina a nuestro pueblo. Esta imagen nuestra no es de talla sino de molde, traída del pueblo de Olot. Estaba colocada al lado izquierdo del Sagrario en una repisa muy artística fabricada por el carpintero ebanista D. Pedro Escobar Prados,  mi maestro; más tarde es trasladada al nicho que había dejado la Virgen de la Soledad, que fue colocada conjuntamente con el Santo Entierro. A finales de los años noventa el nicho de la Virgen de Fátima es restaurado y reformado. Fue donado y costeado por doña Emilia, la señora de D. Juan Pozo.

Imagen de la Virgen de Fátima en el lugar de la aparición.
Santuario de Fátima, Portugal. Fotografías de Carmen Solís
           

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