domingo, 21 de agosto de 2022

 

¿Sabemos cuándo se creó la Feria de Sierra de Yeguas?

¡Pues vamos a averiguarlo! 

     Desde que escribí mi libro Nostalgia Serrana estoy en el empeño de buscar datos sobre desde cuándo podría existir la Feria. Sí, digo bien, porque otra cosa es la Velada por la fiesta de San Bartolomé, y voy a intentar explicarlo lo mejor posible.

    Con fecha 30 de julio de 1899, y siendo alcalde D. Emilio Solís del Pozo (este hombre era el dueño del cortijo Cañada Hermosa),  junto a la Corporación de nuestro ayuntamiento, en su día acordó se le entregara al Hermano Mayor de San Bartolomé, D. Antonio Casero, la cantidad de 110 pesetas, con cargo al capítulo de imprevistos del vigente presupuesto, en ofrenda que se hacía anualmente para ayudar a la velada y funciones religiosas que se celebraban en honor al Santo Patrón San Bartolomé.

     Pues bien, con fecha del 28 de julio de 1901 se repite la donación, pero con la cantidad de 115 pesetas. Estos datos nos dan fe de que la feria en sí aún no existía, solo se trataba de una velada, misa solemne y procesión al Patrón San Bartolomé, y si tenemos en cuenta que la luz eléctrica todavía no estaba instalada en nuestro pueblo Sierra de Yeguas,  pues por lógica lo tenemos algo más claro: por lo menos, si era feria, sería sin alumbrado eléctrico…

    Siguiendo con mi investigación, en el año 1915 y siendo alcalde D. Cristóbal Mora Muñoz, encuentro otro documento donde el señor alcalde daba cuenta de los gastos originados por la función religiosa, procesión y velada en honor del Santo Patrón San Bartolomé, el día 24 de agosto del presente año, que ascendía a 773 pesetas. Al año siguiente, vuelven a aparecer datos en los que consta únicamente la fiesta del Patrón como una velada, y dice así: ”El Ayuntamiento dio cuenta de los gastos que originó la función religiosa, procesión y velada en honor del Patrono San Bartolomé, en el presente año, que asciende a novecientas setenta y una peseta con cincuenta céntimos, y hallándose justificadas todas las partidas acordó el Ayuntamiento aprobarlas y que se libre a favor del depositario con cargo al crédito del artículo tercero, capítulo noveno del presupuesto vigente”.

      Esto da a entender que la feria de Sierra de Yeguas aún no existía como tal, como la conocemos en nuestros tiempos más recientes, sino que se trataba solo de una velada y procesión en honor al Santo Patrón San Bartolomé, y que, como es lógico, sería el germen de la futura Feria y Fiestas en su honor. Sin embargo, al año siguiente, en el pleno del ayuntamiento del dos de agosto de 1917, el alcalde don Cristóbal Mora Muñoz, reunido en pleno, exponía que debido a la proximidad de la fiesta que tiene por costumbre celebrarse en honor a la festividad de San Bartolomé, se acuerda que una comisión municipal de funciones de festejos organizara el programa con ocasión de dicha festividad, con cargo al crédito de presupuesto que ascendía ya a la cantidad de 1.000 pesetas. Como se puede comprobar, ya no se habla de velada sino de fiesta, con un programa de festejos incluido, aunque sin más explicación de las actividades llevadas a cabo (hubiera estado bien saberlo…), bajo un presupuesto de mil pesetas.

     Llegamos en nuestra incesante búsqueda al año 1931, concretamente, al día 17 de agosto donde el concejal de festejos D. José Torres Torres daba cuenta del programa de la fiesta del patrón San Bartolomé. Aquí nos encontramos con otro dato curioso que nos habla sobre los fuegos artificiales  a cargo de un pirotécnico de la localidad sevillana de Osuna, José Muñoz González, a quien se le encarga dos vistas los días 24 y 25 de agosto, al precio de 300 pesetas. Para ello, el ayuntamiento de Sierra de Yeguas se haría cargo del gasto de un operario necesario, así como la cesión de un local para la preparación de las piezas pirotécnicas. Además de esto, se acuerda conversar con una compañía de zarzuela

de la vecina localidad de Campillos para contratarla por cuatro funciones a partir del 23 de agosto. Para ello, se alquiló un piano y se facultó al alcalde y a la comisión de festejos para que pudiera disponer de lo necesario. También se acuerda la instalación de luces, allanamiento del terreno y otros para mayor realce de la fiesta de San Bartolomé, y, por último, la aprobación  del programa de festejos que se imprimiría y se abonaría su importe al capítulo de festejos referido.

     Días más tarde, 22 de agosto, encuentro un párrafo cortito, pero con un contenido que nos saca de dudas, y dice así: “Seguidamente se tomaron orientaciones sobre los festejos a celebrar los días de Feria”. Esto fue el final de un pleno con  el que se levantó la sesión. Como vemos, ya aparecía la palabra Feria, de hecho, ya más parecida a lo que actualmente entendemos por la feria: dos funciones de fuego artificiales en los días 24 y 25, cuatro funciones de zarzuela a partir del 22, instalación de luces o alumbrados (en el mes de septiembre del mismo año me encuentro con una factura de 400 pesetas a favor de D. José Borrego Nieto, electricista del pueblo, con cargo al capítulo respectivo, por el alumbrado extraordinario durante los días de feria).

      Así pues, ya podemos decir que al comienzo de los años treinta del pasado siglo XX comenzó nuestra querida feria, propiamente dicha. Pero, ¿y aquellas antiguas veladas con las que se comenzó a festejar al Santo Patrón? ¿Desde cuándo se celebraban? Habrá que seguir investigando para averiguarlo…


En memoria de don Manuel Roldán Piqueras,
el Veterinario

                                                                                                                         

¡FELIZ FERIA DE SAN BARTOLOMÉ!

1 comentario:

José Manuel Soria dijo...

Buenos días querido primo.

Bonito el rato compartido ayer y agradable e instructiva la lectura de tu blog. Seguiremos hablando...un abrazo.