La Posada de Juan de Feliciana y Ramona
Cuántas
ferias con el paso del tiempo contemplando la posada; cuántas procesiones de San
Bartolomé vio pasar; cuántos feriantes se alojaron en sus dependencias y
cuántos hortelanos, segadores y caballistas pasaron por ella. La Posada de Ramona fue un
referente en Sierra de Yeguas, durante muchos años, de feriantes, caminantes y visitantes, que durante
algunas que otras fiestas también dejaban a su resguardo sus caballerías, bicicletas, motos, etc.
Incluso tuvo un cliente a quien se le trató como si fuera de la familia, y me refiero a mi buen amigo D. Manuel Roldan
Piqueras (Veterinario). Este hombre vivió en la posada durante más de veinte años,
es decir, desde principios de los años sesenta del siglo XX hasta los años 80 en los que
alcanzó la jubilación.
También con la jubilación de los dueños, Juan y Ramona, la posada dejó de tener actividad. Y cuando ambos se fueron de este mundo la posada fue vendida por sus hijos Enrique y Miguel al farmacéutico del pueblo D. Aurelio González Marín, quien hizo esta compra simplemente por inversión, pero sin darle actividad.
Unos años después, concretamente a finales del año 2000, debido a la amistad y confianza que me unía con Aurelio, le pedí que nos prestara la posada para sede de la Peña Flamenca La Gañana. Él, sin pensárselo dos veces y debido a que la tenía cerrada, nos la concedía desinteresadamente, al mismo tiempo que se hacía socio de la peña.
Durante ocho años estuvimos disfrutando de dicho local, y lo cierto es que fue todo un éxito ya que la posada se adaptaba perfectamente al nuevo uso por su arquitectura y antigüedad. Tras acondicionarla para nuestros acomodos y actividades, nos quedó muy confortable y acogedora.
La peña flamenca La Gañana la disfrutamos todos los socios y también los que no lo eran, incluidos alcaldes y concejales del momento, quienes incluso se dejaban caer con algunos de sus invitados políticos.
Como era lo normal, las actuaciones flamencas con artistas que nos mandaba la Federación de Peñas Andaluzas eran frecuentes, y los cantaores aficionados del momento nos los pasábamos en grande. Los coros rocieros de por entonces en los días de navidad, y alrededor de la chimenea, también nos deleitaban cantando sus villancicos rocieros. Y, por supuesto, en los días de feria pasábamos buenos ratos disfrutando del cante flamenco y del buen vino. ¡Qué tiempos!
Tanto así que la Junta de Andalucía llegó a interesarse por el edificio, que además estaba adosado al ayuntamiento. Se podía haber restaurado y reformado para otros asuntos pero, por desgracia, solo quedó en el intento y en un puñado de ilusiones perdidas...
Años más tardes, ya en desuso y con los tejados en no muy buenas condiciones, su dueño decidió la demolición de la que fuera la Posada de Juan y Ramona en la fecha marzo de 2011, convirtiéndose en un solar junto al edificio del ayuntamiento de Sierra de Yeguas.
En la actualidad es el propio ayuntamiento de nuestra localidad quien está gestionando la compra del solar de la antigua y muy querida posada de Juan y Ramona.
Antonio Solís González
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