martes, 10 de septiembre de 2024

 

                           La emigración en Sierra de Yeguas 

     En la actualidad en la que tanto se habla de España como país receptor de inmigrantes sin papeles, no podemos negar que también nuestra patria lo fue, al menos durante las tres primeras décadas del pasado siglo XX, en la que salieron buena parte de emigrantes clandestinos. 

     Entre 1900 y 1930 emigraron algo más de tres millones de españoles. Entre ellos hubo una buena parte de andaluces que se embarcaban en Gibraltar de manera ilegal a través de organizaciones. Estas redes eran organizadas por empresas de trasporte ilegales, que publicaban notas de prensa explicando las "ventajas" de emigrar con ellos. Contaban con agentes, los llamados “enganchadores”, que buscaban clientes en los pueblos ofreciéndoles trabajo y bienestar en el extranjero. Uno de los países con mayor llegada de españoles emigrantes fue Argentina. Se consideraba la emigración, también, como válvula de escape a las tensiones interiores del país. La intensidad y rapidez del desplazamiento, especialmente procedente del mundo rural, hizo que se perdiera parte de su potencial de población joven. De nuestro pueblo Sierra de Yeguas también emigraron varias familias a los países americanos, que no tuvieron retorno. Tanto así que una familia americana con hijos y nietos de emigrantes de Sierra de Yeguas, buscando sus raíces,  llegaron a conocerse a los parientes que todavía tenían en nuestro pueblo.

     Como decimos, también nuestro pueblo tuvo su particular capítulo de emigración, a pesar de que por parte del ayuntamiento de la época se esforzaban en paliar y atender a los más necesitados y vulnerables, como podemos ver en la nota transcrita: 

     Con fecha de 28 de abril de 1921, informado el ayuntamiento de las necesidades de ciertas casas de familia, acuerda de que del capítulo quinto, artículo segundo, del presupuesto autorizado para el actual ejercicio, figurar el crédito de doscientas cincuenta pesetas con destino a socorro domiciliario a pobres, enfermos o desvalidos, a distribuir en especies o con la forma que tenga a bien acordar la comisión municipal de beneficencia. Por unanimidad se decidió que fuera el señor alcalde quien tome esas determinación conjuntamente con el médico titular.

     Los ayuntamientos por entonces estaban sobrecargados de competencias y no daban abasto a cumplir dignamente con todas ellas. Así, para paliar un poco el tremendo paro,  nuestro ayuntamiento, nuevamente, empleaba a obreros en arreglos de las circunvalaciones de caminos alrededor del pueblo, y es que al ser el piso de tierra los arreglos había que hacerlos cada año: 

    Con fecha de 2 de junio de 1921, por lo que viene practicando anualmente el ayuntamiento, se acordó se proceda seguidamente a reparación y afirmado de los caminos de circunvalación de la villa con objeto de facilitar el movimiento de carruajes para el transporte de mieses y granos durante la próxima recolección de cereales, y autorizar al señor alcalde D. Francisco Muñoz Sánchez para que recabe el concurso de vecindario para que lleve a cabo estos con sus carros todo aquel que le interese, acarreo de los materiales necesarios a la ejecución de las referidas obras, siguiendo la costumbre establecida para obras de igual naturaleza.

   Dando un salto en el tiempo, después del desastre de nuestra guerra civil, en los años cincuenta la migración interna se disparaba, de tal manera que en los años sesenta y setenta Sierra de Yeguas, que llegó a contar en su cota más alta con 5.800 habitantes, se llegó a quedar con 2.800 habitantes. Más tarde empezaría la recuperación, estableciéndose los 3.350 habitantes, y así hasta nuestros días.

    La ruinosa situación de la posguerra hizo que la  economía española recibiera un fuerte golpe, ya que una gran parte  de superficie agrícola se dejaba sin explotar, y muchas actividades industriales cesaron su producción, sumiendo a España en una honda depresión y un fuerte retroceso económico. De ahí que los desplazamientos migratorios, familiares y otros, fueran realmente importantes, sobre todo a partir de los años cincuenta en adelante. Se estima que estas salidas respondieron a motivaciones de diversas índoles: económicas, sociales, y políticas. De Sierra de Yeguas se emigraba sobre todo a Cataluña, las Baleares, Valencia, Bilbao, así como  a todo el resto de la geografía española. 

   Algunos de aquellos emigrantes, sobre todo a los que le fueron las cosas mejor, han retornado a su pueblo, construyéndose sus casas aquí; otros se conforman con poder venir de vacaciones, que bastante ilusión les hacen, y  eso lo podemos apreciar en cada fiesta serrana.

    Además de hablar de los serranos y serranas residentes en otros lugares, también hay que hablar de los emigrantes que lo hacen por temporadas: los temporeros. A ellos también se les deben gran parte del progreso serrano.

    Y como mencionábamos al principio de este escrito, algunas de nuestras familias emigraron a países americanos como Argentina, así como también lo hicieron a Brasil. Algunas de esas familias retornaron al cabo del tiempo, y otras se quedaron echando raíces.

   Para terminar con este capítulo dedicado a la emigración serrana, tenemos que mencionar que en los últimos tiempos ya del siglo veintiuno Sierra de Yeguas ha sido uno de los pueblos de la provincia que ha aumentado su población debido a la inmigración de las últimas décadas. Bienvenidos todos.

  

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