lunes, 16 de diciembre de 2024

                              

                                Pascua de la Navidad

      Los cristianos celebramos la Navidad el día 25 de diciembre, un día después de la Nochebuena, noche en la que según la tradición  nació Jesús, figura central de la fe cristiana. Aunque las costumbres varían de unos países a otros, en gran parte de España es bastante común las reuniones familiares y de amigos para cenar en Nochebuena e intercambiarse regalos y comer en el día de Navidad. Se considera una fiesta de carácter religioso, pero también, y con los tiempos, se ha convertido en algo cultural, tradicional y muy familiar, celebrado incluso por quienes no tienen una creencia religiosa arraigada.

     En nuestro pueblo Sierra de Yeguas la Nochebuena se suele celebrar con la familia, que se reúne en torno a una mesa donde se incluyen aquellos alimentos que se consideran especiales para una noche tan señalada: carnes y pescados, mariscos, sopas, y dulces típicos como los pestiños, los turrones, las empañadillas y los tradicionales mantecados estepeños o antequeranos. La copita que no falte, por aquello de "beben y beben y vuelven a beber"... que aquí somos de llevar las cosas al pie de la letra...Y, por supuesto, de fondo los villancicos andaluces. Quién no ha tarareado alguna vez el entrañable villancico flamenco de María José Santiago "que yo estoy viendo en la frente de mi Dios una corona de espinas"...O los de la Niña Pastori. La gente nueva tira más por lo moderno, los villancicos en inglés o el David Bisbal. De todo un poco. 

     Me gustaría recordar en este punto aquellos años con nuestra Banda de la Alegría. Los días previos a la Nochebuena salíamos la pandilla en familia y al completo con nuestros niños a cantar por las calles. Cada uno con lo que tuviera: la botella de anís y una cuchara para hacerla sonar, los chacarrales de madera y platillos que yo mismo construí para mis niñas, las panderetas de plástico, alguna que otra zambomba, etc. Qué noches más buenas echábamos, cuántos recuerdos de aquellas noches entrañables...

     Y qué decir de la decoración navideña en las casas, bares, calles y comercios. En los años actuales estamos asistiendo a un boom de espíritu navideño previo a diciembre. Ciudades y pueblos compiten en encendido de luces y diseño decorativo en esa carrera por  iniciar el pistoletazo de salida de la Navidad. ¿Quién no ha visto ya por televisión, en internet o in situ el encendido de ciudades como Vigo o Málaga? Un espectáculo de luces, música y colorido que atrae a un turismo deseoso, ya desde noviembre, de todo ese espíritu navideño que todo lo contagia. Y esa tradición también ha llegado ya a nuestros pueblos: mercadillos, coros de villancicos, espectáculo de luces, actividades infantiles, etc. 

     Sierra de Yeguas también se ha engalanado ya para recibir estas semanas tan entrañables que nos esperan. Esta junta de festejos lo está haciendo francamente bien a la hora de engalanar, alumbrar artísticamente nuestras calles y plazas y organizar todo tipo de actividades y mercadillos para atraer al visitante y hacernos a los serranos y serranas estos días aún más especiales si cabe.  Son días lleno de magia, ilusión, alegría, y, por qué no decirlo, de ciertas nostalgia en los que todos sacamos el niño o niña que llevamos dentro, y que de alguna manera sigue viviendo en nosotros. 

     Años tras años revivimos los mismos rituales con renovada emoción. A pesar de que algunas de nuestras tradiciones navideñas  se han ido trasformando a causa de la globalización y de las nuevas tecnologías,  seguimos conservando muchas que hacen de la Navidad una época entrañable y muy especial. 

     ¡Y el cantar serrano que no, que no falte! Por supuesto, todas las celebraciones van acompañadas de los tradicionales villancicos, sin los cuales la Navidad no sería lo mismo. Son sin duda su banda sonora: Campana sobre campana, Los peces en el rio, La marimorena, Arre borriquito, Los campanilleros y Bebe y vuelven a Beber, y, como apuntábamos más arriba, los más modernos de los tiempos actuales que están en boca de toda nuestra juventud. También nuestras hermandades están aprovechando muy sabiamemte el tirón de las zambombás flamencas. Creo que es una iniciativa estupenda para recaudar fondos. ¡Y es que hay que ir ajustándose a los tiempos venideros! Pero sin perder nuestra esencia serrana, eso sí.

     Aprovecho desde aquí para desearles a todos un muy feliz Nochebuena y Navidad, y también para recordar en estos días a todas aquellas familias que tan mal lo están pasando a consecuencia de las terribles riadas, especialmente en Valencia. Tengámolos presentes. 

     Y una última reflexión, si ustedes me lo permiten: a pesar del brillo, de la luz, del ruido, de los regalos, de la algarabía, de las cenas, de las comidas, de los cantes, y del consumismo excesivo de estos días, los cristianos no podemos desviarnos del verdadero foco, del verdadero protagonista de todo este tinglao que se ha ido montando con el paso de los años: Jesús, su nacimiento, en un pobre pesebre, sin luces, sin ruido, sin brillos, sin cenas, sin cantes, sin competiciones entre ciudades... Mantengámoslo todo el año presente en nuestro corazón.

                                                                La Nochevieja

     En España, al igual que en otros países, la celebración de la noche de fin de año  tiene un carácter alegre y festivo. Después de la Cena, que en esta ocasión puede ser con familiares o amigos, las plazas principales de los pueblos se llenan de gentes a la espera de que suenen las doces campanadas que señalan la llegada del nuevo año. En nuestro pueblo Sierra de Yeguas el lugar más emblemático es nuestra entrañable y bonita plaza de Andalucía. La tradición más importante de esa noche es tomar las doce uvas al ritmo endiablado que marcan las campanas de reloj de la torre de nuestra iglesia de la Inmaculada Concepción. Es imprescindible no despistarse, y que la última uva coincida con la última campanada si queremos tener un año en el que la suerte nos sea favorable. Una mijita complicado, la verdad sea dicha... Tras la ingesta de las uvas, no pueden faltar los abrazos, felicitaciones  y los brindis con cava o champán para desearnos un feliz Año Nuevo. Después, las gentes, vestidas con sus mejores galas, acuden a las fiestas (cotillones) hasta el amanecer, y  suelen acabar con un chocolate caliente y churros, o un mollete con un cafelito para recuperar fuerzas después de toda una noche de diversión y jolgorio.

     También en este punto tengo que volver a pararme en mi memoria: la Banda de la Alegría y aquellas nocheviejas en el Teleclub de mi calle Iglesia. ¡Qué tiempos! Lo pasábamos bomba en nuestro querido teleclub para celebrar la llegada del nuevo año...

                                              Los Reyes Magos de Oriente  

     El día de Reyes (6 de enero) pone el punto final a la Navidad en nuestro país. En Sierra de Yeguas, este día lleno de magia e ilusión es el más esperado por los niños y niñas durante todo el año, ya que sus sueños, si se han portado bien, pueden hacerse realidad y recibir los juguetes que han pedidos  en las cartas a sus majestades Melchor, Gaspar y Baltasar. Tengo que decir aquí que a los Reyes, ya hace unas décadas, les salió un competidor: el mismísimo Papá Noel, o Santa Claus, figura navideña que proviene de la tradición europea de San Nicolás, aquel papa santo que dejaba monedas en los calcetines o comida a los más pobres, y cuyo testigo recogería más tarde nuestro entrañable abuelo de traje rojo y barba blanca que se pasea en trineo junto a sus renos por los tejados de las casas de todo el mundo para dejar sus regalos a todos los pequeños de las familias. Y aunque también estas tradiciones se han ido extendiendo y las hemos ido recogiendo de muy buen agrado, incluido en España, nuestra tradición del Día de Reyes es y seguirá siendo insustituible. ¡No se me enfade usted, querido Papá Noel, que en España y en Sierra de Yeguas hay sitio para todos! 

     En nuestro pueblo, la celebración  de la tarde de Reyes comienza el día 5 con las cabalgatas que organizan la junta de festejos desde el ayuntamiento de Sierra de Yeguas. En ellas, los Reyes Magos, en sus correspondientes carrozas acompañados de los pajes y un gran número de niños representando personajes mágicos, desfilan lanzando caramelos y pequeños juguetes a todos los que seguimos con ilusión la cabalgata por las calles de nuestro pueblo. También los mayores, que en esos momentos nos sentimos como niños. Yo, el doble, como se pueden ustedes imaginar... De regreso a casa, justo antes de irse a dormir, dejan junto al árbol de navidad algunos alimentos en un plato y agua o leche, para los Reyes y los camellos, en un lugar visible  donde sus majestades depositarán los regalos con la única condición de que hayan sido buenos durante el año. En caso contrario, solo les dejarán carbón...

     Otra costumbre de la festividad de Reyes en nuestro pueblo Sierra de Yeguas, y yo diría que en general en toda España, es  que después de la tradicional cabalgata, y también al día siguiente, nos comemos el típico Roscón de Reyes, que puede estar relleno de nata, trufa o crema, y decorado con fruta escarchada. Una particularidad de este dulce es que oculta en su interior una sorpresa que traerá la suerte a quien la encuentre, o, por el contrario, una haba que indicará que le toca pagar el roscón. 

        ¡Lo dicho, feliz Navidad, feliz Año Nuevo 2025 y feliz noche y Día de Reyes!

Plaza de Andalucía de Sierra de Yeguas engalanada para la Navidad.
Fotografía de la red social Instagram del Excelentísimo Ayuntamiento.













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